segunda-feira, 7 de setembro de 2015

¿VIDA FÁCIL? El submundo de las brasileñas en Europa.

      

Por Elisa Prieto

Después de mucho pensar y desistir de varias ideas para mi trabajo de fin de master, decidí escribir sobre las prostitutas brasileñas en Europa, concretamente en España y Portugal.
          Cayó en mis manos un libro escrito en portugués de la autora Fernanda Santos Navarro sobre el submundo de las brasileñas en Europa. Vida Fácil? es el título del libro donde la autora expone muchas historias de sus compatriotas que terminaron ejerciendo la prostitución en Europa por pura necesidad económica, por motivos de supervivencia. Otras mujeres salen de Brasil reclutadas por organizaciones sabiendo que aquí ejercerán la prostitución.
          La autora denuncia que muchas de ellas no saben con lo que se van a encontrar exactamente. No tienen ni idea de cuál será su realidad una vez llegada a Europa y en qué mundo caerán.
          En Brasil las personas que reclutan a esas mujeres para trabajar en Portugal y España, les prometen que ganaran dinero de forma rápida,  fácil y que en poco tiempo dispondrán de mucha cantidad. El alojamiento y la comida son gratis. La idea les atrae mucho sobre todo por la cantidad de dinero que dicen que pueden ganar al día. Ellas automáticamente convierten los euros en su moneda y piensan que en muy poco tiempo podrán juntar dinero suficiente para  volver a su país  y así poder comprar una casa, o dar estudios a sus hijos, vivir una vida digna, etc…En fin que Europa para ellas es el sueño hecho realidad en muy poco tiempo.
          Al llegar aquí se encuentran con una verdadera prisión. Las llevan al local donde trabajaran casi como esclavas sexuales. El encargado del local les retiene los pasaportes hasta que ellas liquiden una deuda que no sabían que había contraído. Generalmente esta deuda casi nunca es saldada antes de los tres meses, periodo en que todas ellas están legales en el país. El “jefe” las controla las 24 horas del día estando,  en casi todos los locales, prohibida la salida al exterior.
          Generalmente, pasado los tres meses, se les devuelve la documentación porque para el local ya no les interesa tener a muchas chicas ilegales trabajando para ellos. A partir de ahí muchas de ellas están en la calle sin alojamiento y prácticamente sin dinero. Empieza el calvario para muchas.
          Me llamó mucho la atención en el libro que la mayoría de los casos que cuenta la autora, son de mujeres que fueron maltratadas física y psicológicamente, vejadas, humilladas por clientes, por sus novios que se convierten en sus chulos y por los dueños de los locales de alterne.  Todas han aguantado esos malos tratos por poder alimentar a sus hijos que se han quedado en su país y/o por estar ilegales. Muchas de ellas para aguantar esta situación terminan enganchadas al alcohol y a las drogas y se pasan el tiempo que dura su estancia en Europa huyendo de la policía para no ser deportada como prostituta negándoles el derecho a entrar a la Europa comunitaria por un periodo mínimo de 5 años.
          Según la real academia prostitución significa Actividad a la que se dedica quien mantiene relaciones sexuales con otras personas, a cambio de dinero. En vez de dinero yo podría a cambio de algo. ¿Quién no se ha prostituido en algún momento de su vida personal, laboral, familiar? etc… Para mí el simple hecho de hacer algo en la cama con tu pareja que no quieres pero que lo haces por miedo a quedarse sola, o únicamente por satisfacer a su pareja, o por los regalos recibidos, etc…ya es prostituirse. En el mundo laboral “tragar” con todo, la explotación, el mobbing, mal tratos verbales, etc…también es prostituirse. Pero sin embargo todas esas personas que en otros ámbitos de su vida se prostituyen, no tienen el estigma social que las mujeres sufren por ser juzgadas  fácilmente como putas.
          Soy brasileña emigrada a España a la edad de 19 años, sin poder escoger el país por ser hija y nieta de emigrantes españoles. Cuando Franco murió mis padres decidieron volver.
          Desde entonces he oído lo mismo siempre sobre las brasileñas. Todas son putas. Siempre pensé que esta fama la teníamos por la propia imagen que da el país vendiendo a los carnavales con imágenes de mujeres semi desnudas bailando en las calles. En estas campañas lo que se vende es sexo, drogas y samba. Con eso he tenido que convivir toda mi vida pero sin embargo nunca me afectó porque directamente nunca sufrí nada ofensivo. Es cierto que muchos hombres que se acercaron a mí, probablemente lo hicieron con la idea de tener una experiencia en la cama con una brasileña. Nunca les pregunté y tampoco me lo dijeron pero jamás me importó lo que pensasen porque siempre supe quién soy y asumir mi sexualidad, mi deseo, mis ganas de pasármelo bien con quien yo eligiese, nunca fue problema para mí.
          Años más tarde descubro que la fama que tenemos las brasileñas de putas no era solo por la campaña publicitaria de los carnavales, sino de la cantidad de brasileñas que vinieron, casi masivamente, a Portugal para vivir supuestamente su sueño de ganar dinero fácil y rápido ejerciendo la prostitución. Del país vecino pasaban a España esperando que fuera mejor el trato aquí, que el dinero corriera más fácilmente o únicamente huyendo de la deportación o expulsión de Portugal.
          ¿Somos responsables de la fama que tenemos? Muchas veces yo diría que sí. Vivimos en una sociedad machista donde lo que hagan los hombres con respecto a su sexualidad está bien visto y lo que hacemos las mujeres liberales que asumen que tienen el mismo deseo de practicar sexo cuando y con quien le da la gana, está mal visto. Somos mujeres fáciles. ¿Y ellos que son?
          Me parece increíble que aún hoy en el siglo XXI, en el año 2015, haya personas que piensen así. No solo los hombres piensan así, también hay mujeres que critican y juzgan como “guarrillas” a aquellas que viven libremente su sexualidad. Eso sí lo he vivido en mi piel pero como dije nunca me afectó sus opiniones porque siempre pude entender desde donde hacían esas críticas.
          Afortunadamente mi padre me educó, siendo español emigrado y muy viajado, en la libertad de elección y en la toma de consciencia de que soy la única responsable de mi vida y de mis actos. Él siempre decía: todo tiene sus consecuencias y antes de meterte en el mundo de las drogas, o del sexo hay que estar informados y ser consciente de donde te estas metiendo. Las drogas pueden divertirte en un momento dado pero nunca tiene un final feliz si te enganchas a ellas. Y con respecto al sexo él siempre nos habló de los embarazos no deseados que podría “desgraciarnos” el resto de nuestras vidas o perder la juventud que es la fase donde disfrutamos de la vida y nos preparamos para el futuro. Nos habló también de las ETS pero no le preocupaba tanto puesto que en aquella época, en nuestra infancia, todas tenían cura. No mucho después, cuando ya éramos adultos, apareció el VIH y esa enfermedad aún hoy no tiene cura. No daré mi opinión sobre el hecho de que no haya cura después de más de 30 años de investigación. Solo hay cuidado paliativo en la actualidad. No es el objetivo de este trabajo.
          El objetivo de este trabajo es cambiar la visión que tienen muchas personas que juzgan que las prostitutas lo son porque les gusta mucho el sexo y que es una manera fácil de ganar de dinero. Y como dice Fernanda Santos Navarro, la autora del libro, de fácil no tiene nada. Y también para saber la opinión de las personas de mi entorno social, si la prostitución debería ser regulada.
          Volviendo al libro Vida fácil? La mayoría de las mujeres que vienen de Brasil, por los casos contados por la autora, vienen por la necesidad económica, de un nivel cultural bastante bajo y dejando casi todas ellas hijos en su pueblo natal con la ilusión de traerles a Europa en un futuro o juntar dinero suficiente para volver y darles una vida digna. Casi todas ellas son de edades comprendidas entre 18 y 21 años.
          Muchas de ellas vinieron directamente sabiendo a que venían pero la mayoría de ellas se topan con un negocio bien tramado. La deuda asciende entre 3.000 y 5.000 euros. Los tres meses de prisión  es para que ellas paguen la cantidad que su reclutador estipule en concepto del billete de avión, cama y alimentación. Trabajan unas diez horas al día bebiendo y haciendo “servicios”, como ellas dicen, siendo entregado casi todo lo que cobran al  propietario del establecimiento.
          Dicen que al día de hoy este negocio no es tan rentable para los que lo organizan siendo muy difícil de controlar lo que hacen las mujeres, demasiado visible y que los ingresos son insignificantes comparados con los fuertes castigos que conlleva.
          Si no es rentable ¿por qué siguen yendo a Brasil a buscar en el interior del país, en zonas muy pobres, a chicas jóvenes?
          Creo que lo peor de este “trafico” de mujeres es que muchas de ellas terminan enganchadas al alcohol y a las drogas llevándolas posteriormente a las calles para costear su consumo. Otras se enganchan a sus novios, antiguos clientes, que se convierten en sus proxenetas y las obligan a seguir prostituyéndose en vez de retirarlas de la calle. Ellos pasan a ser mantenidos por ellas. Dinero rápido, sí, pero nada fácil.
          Leyendo Vida fácil? sentí todas las emociones desde la tristeza por esas mujeres que por el motivo que sea terminan en este mundo, hasta el asco que produce leer encuentros con personas que son absolutamente guarras. Hay que tener mucho estomago para ejercer el oficio más antiguo del mundo.
          Hay muchos tipos de prostitución: desde la callejera, pasando por la telefónica, turismo sexual, en los grandes hoteles o agencias que proporcionan a altos ejecutivos señoritas de compañía que suelen tener un nivel alto cultural y dominan algún idioma. Pero Vida fácil? no cuenta la historia de prostitutas “privilegiadas” sino las que padecen todo tipo de engaños y malos tratos que según este libro son la inmensa mayoría.
          Me gustaría dar voces a  esas mujeres a través de la autora que vivió de cerca cientos de historias durante su estancia en Europa, que la conmovió, entristeció, cabreo por el trato recibido, y por la injusticia de los gobiernos que ellas sienten, al no conseguir tener una vida digna, una casa, y el sustento asegurado motivos por los cuales la mayoría de ellas abandonan a sus hijos, familiares, amigos y su país para vivir un sueño que para muchas, son años de pesadilla.
          Vida fácil? fue publicado en Brasil en el año 2011 y en la actualidad la autora está recorriendo Portugal para promocionarlo porque cedió los derechos a una editorial lusa que se interesó en la problemática de las prostitutas brasileñas que ejercen en su país. He aprovechado la ocasión para entrevistarla y que cuente en primera persona el submundo de las brasileñas en Europa. Pero antes un fragmento del libro. Escogí la historia de una prostituta que más me impresionó por la dureza de varios episodios de su vida y la fuerza y el coraje que tuvo para sobrevivir a tales situaciones. Salté algunos párrafos porque según mi criterio tiene menos relevancia dentro de la crudeza del relato. En el libro hay más de 20 historias reales contadas por las protagonistas.



          
           FRAGMENTO LIBRO
     
       EL CHULO ENAMORADO
          Marina nos cuenta:
          Comparando con lo que he pasado hasta llegar aquí, tengo una vida maravillosa.
          Fui invitada por una amiga a viajar a España. Decía ella que el jefe pagaba nuestro billete y que iríamos pagando poco a poco conforme íbamos ganando. El trato era hacer compañía a los clientes y servir las mesas.
          El salario era 50 euros por noche. Hice mis cálculos y pensé: si es verdad, está muy bien (convertí en reais y me animé más) porque eran 50 euros más la comisión.
          Pagaré todo lo que debo y todavía puedo juntar algún dinero para comprar mi casa y montar mi propio negocio, mi salón de estética.
          Tardé tres meses en decidirme…no conté a nadie la verdad solamente a mi hermana y con ella dejé mi tesoro más preciado: mi hija. (Resumen de varios párrafos)
          Llegué a Madrid y una pareja de españoles nos esperaba. Parecían muy simpáticos a pesar de que no les entendíamos.
          Fuimos  a un sitio apartado del centro de la ciudad. Era un hotel grande en una carretera nacional. Nos pusieron en una habitación con dos camas, un WC y una tele con video.
          La comida era de las 13 horas hasta las 14. A las 17:30 teníamos que estar en el salón impecables. Si pasase 5 minutos, nos multaban.
          Cuando el cliente llegaba teníamos que convencerle de pasar a la habitación o pagar una copa (era preferible las dos cosas).
          Pagábamos una cantidad diaria por comer y dormir. El resto que hacíamos era para nosotras (con excepción de las copas que era el 50% de comisión)
          Empieza la carrera del oro. Era una disputa grande llegar a los clientes. Había unas 50 mujeres.
          Brasileñas, colombianas, argentinas, dominicanas, portuguesas (pocas) entre otras de Sudamérica y africanas.
          Casi todas las mujeres ya estaban habituadas al sistema de trabajo, por eso las novatas siempre eran las perjudicadas hasta que aprendíamos el arte de “atacar”.
          Todas trabajaban semidesnudas con ropa interior, botas hasta las rodillas con tacones muy altos y mucho maquillaje.
          En el rincón del salón había un sofá pero no podíamos sentarnos. Solamente si no hubiese ningún cliente en el bar (cosa muy rara). Así pasábamos desde las 17 horas hasta las 02:00 caminando de un lado para otro.
          La mayoría de los clientes eran camioneros que paraban en la gasolinera de enfrente y aprovechaban para relajarse con las “niñas”.
          La conversación era siempre la misma: ¿Cómo te llamas? ¿Cuántos años tienes? ¿Qué haces aquí? ¿Qué haces en la habitación? etc…
          Al principio yo lloraba mucho antes de dormir y pedía a Dios que ayudase a que el tiempo pasara rápido para volver a Brasil y a mi vida normal. Pero después fui acostumbrándome a la idea de aguantar unos meses más y ganar más dinero. (ya estaba espabilando)
          Empecé a hacer mis planes. Realmente se ganaba mucho dinero (comparando con lo que se ganaba en Brasil) pero el precio a pagar es muy alto. Teníamos que aguantar de todo un poco. Era tomar o dejar.
          Resolví arriesgar. Correr detrás de mis sueños aunque tuviera que pagar un precio muy alto. Si no fuera de esta manera jamás conseguiría dinero para pagar mis cuentas y resolver mis problemas (infelizmente).
          Me armé de valor. Empecé a trabajar enfrentándome a todo lo que viniese. Empecé a moverme más y conseguía cada día batir mi propio record.
          Cada vez que estaba con un cliente que tardaba mucho o era difícil, pensaba en el dinero, cuanto tenía y cuanto faltaba para completar mis cálculos. Me perdía en mis pensamientos y cuando me daba cuenta ya se había terminado el sacrificio.
          Así pasé los tres meses de tortura y regresé a Brasil con el mismo billete. Llevé dinero suficiente para comprar otro billete y volver a España para terminar lo que había empezado.
          Mi amiga se sintió decepcionada con el trabajo y se quedó en Brasil……Había sentido el gusto de tener dinero para todo y ahora sabia donde lo iba a buscar.
          Hice amistad con unas brasileñas que vivían hacía mucho tiempo (ilegales) y conocían muchas “plazas” para trabajar en España y Portugal. Cuando volví a España ya sabía exactamente donde iba a trabajar y lo que iba a hacer. Nada era nuevo. Ni las personas, ni el idioma, las ciudades, nada.
          Pasé 21 días en el lugar que estuve la primera vez….allí conseguiría el dinero para aventurarme en otros lugares.
          Llamé a varios lugares y empecé a ir de “plaza” en “plaza”. Y todos los lunes depositaba dinero en mi cuenta en Brasil. Así juntaba lo que podía y además ayudaba a mi familia.
          Me sentía una verdadera profesional del sexo. Alguna vez disfrutaba con algún hombre, cuando estaba más carente.
          Había pasado más de seis meses que estaba en España, entre un club y otro, empecé a deprimirme recordando a Brasil y principalmente a mi hija.
          Empecé a refugiarme en el alcohol para no recordar donde estaba y lo que hacía. No pasaba ninguna noche que no me embriagase. Lo peor era aguantar al día siguiente la resaca que me mataba.
          Muchas veces fui a parar en urgencias, prácticamente desmayada con exceso de alcohol en la sangre. Pasaba el día vomitando, con taquicardia y con la tensión baja. Si no quedaba en el hospital con suero, no mejoraba y si no mejoraba no podía trabajar. Las ganas que tenia de trabajar iba desapareciendo cada día.
          Una noche conocí a un hombre en Sevilla. Era portugués, no tenía nada de especial (como belleza por ejemplo) pero me sentí atraída por él. Al principio él iba al club una vez por semana, me pagaba muchas copas y me decía que me sacaría de esta vida (como todos), etc…
          Sus visitas eran cada vez más frecuentes y las promesas también. Fui envolviéndome con el cada vez más. Como tenía mucha carencia afectiva, me enamoré o eso creía.
          Los días fueron pasando y él me decía que si yo me fuera con él,  me seguiría a todos los lugares. Al principio me pareció un poco raro que un hombre dejara su trabajo y que me seguiría. Pero él me decía que tenía bienes y que no tenía que preocuparme por nada.
          Fui a otra “plaza” y el me siguió pero no me dejó hospedarme en el club. Nos hospedamos en un hostal. Por la tarde él me llevaba al trabajo y por la noche me recogía.
          Así fue como empezamos a estar juntos y también comenzaron mis infinitos problemas; indagaciones, preguntas y muchas ofensas.
          No podía hablar con nadie porque él me controlaba y me amenazaba. Decía que si yo contase a alguien lo que me pasaba, él llamaría a mi familia en Brasil y les contaría todo lo que estaba haciendo en España y si intentara huir, me mataría. Tenía mucho miedo porque mi madre no aguantaría y mi padre aún peor. Preferirían verme muerta a ser prostituta.
          Mi terror iba de aumento en aumento. No sabía como pero tendría que librarme de aquel hombre.
          Hablaba poco con mi familia porque él tenía que estar a mi lado para oír la conversación.
          Por la noche iba al “matadero”. Él iba muchas veces y me vigilaba toda la noche y si me sentada un minuto al final de la noche, me pegaba. Él me obligaba a ir a todos los clientes y tenía que trabajar más que las demás.
          Salía de uno e iba a otro cliente hasta que encontrase al que quisiera ir a la habitación casi obligado.
          A veces era obligada a ir sin condón. Ese era mi mayor terror. Me moría de miedo de pillar una enfermedad grave. Gracias a Dios nunca me contagié con nada.
          Ya no tenía lágrimas para llorar, pero había perdido el miedo a las palizas, no tenía miedo de nada más.
          Él me llevó a un lugar donde me presentó mis cuñadas (así eran tratadas las mujeres del chulo).
          Si sofría antes, cuando estaba sola, imagínate ahora con aquellas víboras como “cuñadas”; mi sufrimiento dobló. Ellas tenían miedo que les robase el “marido”. Sería un regalo de Dios si alguien le llevase.
          No sé cómo existen mujeres como esas que se someten a ese tipo de hombres (chulos). ¡No lo entiendo!
          Entré en este mundo por engaño o por ironía de la vida, pero amor propio no me falta, gracias a Dios. Y por ese amor y por el amor a mi hija fue de donde saqué fuerzas para llegar adonde llegué.
          Volviendo a mis cuñadas, una de ellas era muy buena e intentó  ser mi amiga, pero la otra hacía de todo para perjudicarme hasta tal punto, al final de la noche, cuando el chulo nos reunía para recoger nuestro sudado dinero, ella le decía que yo podía haber trabajado más en vez de pasar la noche hablando con las otras chicas.
          Era un infierno, la paliza era  doble. Me pegaba en cualquier parte de mi cuerpo. Por la tarde me llenaba de maquillaje para tapar los moratones que tenía por todo mi cuerpo. A veces se disimulaba y otras apenas.
          Los clientes me preguntaban por las marcas y querían saber si era el chulo que me había golpeado, y yo siempre mentía diciendo que me había caído. Al final de la noche él me obligaba a dormir con él después de la paliza. Para colmo tenía que practicar sexo con él como si fuese la cosa más natural del mundo. Cuando me tocaba a mí, no me escapaba. Era lo más asqueroso que tuve que enfrentarme.
          Prefería hacer con los clientes que me trataban con más respeto. Las otras lo hacían por amor. ¿Cómo me va a gustar una “plaga” cómo esta que únicamente me consume el cuerpo, la sangre y el alma?
          Practicaba sexo obligada y en silencio. Cuando terminaba tomaba un baño y me frotaba de tal manera como si me frotara el alma para intentar arrancar la suciedad que estaba pegada hasta en el más profundo de mi ser…Sentía asco de mi misma y vomitaba como si vomitara mi espíritu.
          Mi obligaba a todo tipo de prácticas incluso anal que detestaba. Me dolía mucho. Era violada, maltratada y me entraba ganas de morirme. Al mismo tiempo pensaba en mi hija y sacaba fuerzas para llegar a una solución. Pedía a Dios que me ayudara a liberarme de aquel hombre. Solo un milagro me ayudaría. (Gracias a Dios lo conseguí)
          Estaba en una “plaza” en Sevilla y conocí a un señor muy amable. Era portugués y camionero. Cada vez que venía pasaba a la habitación. A veces ni hacia nada. Era para ayudarme.
          Él se cabreaba con las marcas en mi cuerpo y le quería denunciar. Yo tenía mucho miedo de ser expulsada del país y que el chulo me matara.
          Tenía su teléfono memorizado porque si el chulo viera su número me pegaba.
          El señor vivía en Lisboa y me dijo que si fuera a Portugal que él me conseguiría un trabajo y un lugar para vivir.
          Un día, después de haber recibido una brutal paliza, decidí a aceptar la oferta de mi amigo. Encontré la forma de llamarle sin que nadie se diera cuenta y le pregunté cuando pasaría por el club. Él se preocupó mucho porque yo no paraba de llorar. Me dijo que al día siguiente me recogería. Entonces empecé a preparar mi libertad.
          Me arrastré hasta el coche y cuando me di cuenta ya estaba fuera del cautiverio, agachada con miedo a ser vista por alguien.
          Cuando ya me encontraba fuera de peligro, me levanté y lloré de alegría. No me lo creía que me estaba liberando de aquella prisión.
          No tenía documentos, pero tenía a Dios a mi lado y mi gran amigo que acababa de salvarme.
          Fuimos directamente a Lisboa. No paramos ninguna vez antes de salir de España. Respiré aliviada cuando estábamos en tierra portuguesa a pesar de ser la tierra de mi peor enemigo…
          Dormí como hacía mucho no dormía, con los dos ojos cerrados.
          Mi nuevo amigo era generoso pero tenía familia y no quería causarle problemas. Aunque él no quería dejarme hasta estar 100% segura, le insistí que me dejara en una pensión y que me llevara a una boîte.
          Al día siguiente mi amigo regresó a su vida y empecé a trabajar y a vivir libremente otra vez.
          Me sentí muy bien, como hacía mucho que no me sentía. Tuve la sensación que la vida empezaba a sonreírme otra vez. Era lo mejor del mundo trabajar y tener mi dinero al final de la noche, sin dar explicaciones a nadie y poder dormir en paz aunque las pesadillas fuesen muy frecuentes. Me despertaba a mitad de la noche con pánico de que él estuviese cerca.
          Los meses pasaron y mi miedo fue disminuyendo porque creía que estaba libre de mi pesadilla.
          Empecé a interesarme por un hombre que conocí…mi nuevo novio se volvió mi mejor amigo y fue lo mejor que me pasó desde que salí de Brasil.
          Alquilé un pequeño apartamento en Lisboa y mi nuevo novio siempre que podía venia y se quedaba conmigo. Él vivía en Algarve. Estaba radiante de felicidad a pesar de que mi amor viviera lejos y estuviera (mal) casado…
          Muchas veces hacia una salida con un cliente al principio de la noche pero no volvía a la boîte e iba corriendo a casa para estar con mi amor.
          Nuestro amor era cada vez más fuerte y nada en el mundo sería capaz de separarnos.
          Por instinto, un sábado no fui a trabajar. Sentía miedo y no sabía el porqué. Me encerré en casa, puse la tele muy bajita. Llame a mi amor, le conté mi miedo y le pedí que viniera a verme urgentemente.
          Me dijo que me quedara tranquila en casa y que no fuera a trabajar el domingo y que hasta el lunes él no podría venir a verme.
          El domingo fui a cenar con una amiga que estaba preocupada porque no había ido a trabajar el sábado, nunca faltaba, porque era el mejor día para trabajar.
          Ella insistió que fuera a trabajar y que era paranoia de mi cabeza. ¡Que estúpida! Dejé de oír a mi corazón y a mi amor y fui trabajar…
          Le pedí a mi amiga que se yo desapareciera o que no contestara al móvil, que ella avisara inmediatamente a mi novio….
          No me lo quería creer que a la salida de la boîte, antes de entrar al taxi, fui arrastrada por el brazo y empujada para dentro de un coche, sin tener tiempo de gritar.
          Miré para aquel hombre, con aquella horrible cara, vi el odio y la venganza en sus ojos. Su sonrisa cínica decía que “el que espera siempre alcanza. Quiero ver como huyes de mi otra vez. Tardé pero te encontré”.
          El tiraba de mi pelo, me besaba y me escupía. Sin decir palabra, lloraba en silencio…
          Mi móvil sonó y era mi amor. Parecía que adivinaba que estaba en peligro. Me cogió el móvil y dijo “soy yo, el chulo de tu puta. Si quieres recuperarla tendrás que pagar caro. Ninguna puta huye de mi”. Colgó.
          Imaginad la desesperación de mi amor. El teléfono no paraba de sonar y el otro se reía de la situación mientras me abofeteaba la cara.
          Mi amiga estaba asustada porque el portero le dijo que vio como él me raptaba. Preguntó si no era mejor llamar a la policía. Él dijo que no porque yo estaba ilegal…
          Él otro me llevó de vuelta a España y me encerró tres días sin comer ni beber…
          Me violaba cuando le daba la gana y luego me pegaba.
          Lo que más le irritaba era mi silencio, no hablaba ni gritaba, dejaba que mis lágrimas bajaran insistentes por mi rostro.
          Al cuarto día él me llevó a un club y me dijo que si intentase escapar, me mataría. Entonces rompí el silencio y le dije: prefiero morir a volver a ser tuya.
          Tuve una vigilancia constante. Tanto el dueño de la casa como él, no me dejaban en paz.
          Así pasaron los largos y terribles tres meses, hasta que un día el milagro ocurrió. Todos los clientes que eran de confianza, les pedía ayuda y no me callaba con respecto al chulo que me maltrataba. No me importaba nada. Solo quería conseguir a alguien que fuera capaz de ayudarme.
          Algunos clientes le temían, otros querían algo a cambio, pero un día apareció mi ángel, mi héroe.
          En este bendito día, mi amigo consigue una redada de la policía en el club que yo trabajaba. Nadie lo sabía, solamente los tres. No me asusté al ver entrar a la policía, al revés, era la única que estaba contente. Todos, el dueño del bar, las mujeres y los clientes estaban asustados.
          Había quedado con mi novio que el iría a la comisaria buscarme y responsabilizarse por mi firmando un documento de responsabilidad de que viajaría a Portugal con él.
          La justicia fue hecha y pude volver a casa con mi amor sin tener que esconderme de nadie nunca más.
          No sabía cómo agradecer a mi amigo por todo lo que hizo por devolver la vida a alguien que le fue robada. Me dijo que debería agradecerme por poner a un cabrón como ese en la cárcel.
          Y así volví a Portugal con mi amor y a mi querida casa, y lo más importante, volví a mi libertad…
          Hoy soy feliz con mi amor a pesar de que sé que aún falta para que quedemos totalmente bien, pero después de lo que pasé, creo que vivo en el paraíso.
          Marina aún trabaja la noche. En verano solo trabaja en su piso que alquiló en Algarve para estar más cerca de su amado. Asegura que este año (2004) será el último año que soporte esa vida.



         

          LA ENTREVISTA
     
          Fernanda Santos Navarro, 47 años, procedente del interior del estado de Rio de Janeiro y con la edad de 22 años decide probar suerte en el viejo continente.
          EP ¿En qué año viniste a Europa y por qué?
          FSN Llegué a España en el año 1990 y a finales del año 91 decidí ir a vivir a Portugal. Vine a vivir a Europa por problemas personales. Vine huyendo de mi primer matrimonio, del padre de mis hijos. Era una mala relación, teníamos muchos problemas y para huir de él me refugié en la casa de mis hermanas que ya estaban viviendo en España. A partir de ahí me dio ganas de quedar y me quedé. Poco después conocí a un portugués y me casé con él.
          EP ¿Cuándo volviste a Brasil?
          FSN Tardé unos 4 años en volver a Brasil. Luego iba anualmente. Viví 22 años entre Portugal y España. Como en España tengo familia iba y venía. Al divorciarme de mi marido portugués me sentía libre para moverme entre los dos países. En el año 2010 vuelvo definitivamente a Brasil.
          EP ¿Cuándo has decidido escribir este libro y para qué?
          FSN Este libro escribí en el 2003 hasta el 2004 para “abrir los ojos” de muchas brasileñas que salen de Brasil muchas veces sin saber a dónde ir. Ellas reciben una invitación para trabajar y muchas veces caen en una emboscada, en una trampa. Muchas saben lo que van a hacer pero no tienen ni idea de la gravedad de lo que van a hacer y aun así vienen. Este libro también lo he escrito porque en Portugal en el 2003 empezó un movimiento llamado “madres de Braganza”. Eran 4 mujeres portuguesas que encresparon con las brasileñas que vivían allí y trabajaban en la noche. La noticia salía a diario en los medios. Entonces decidí ir hasta allí para ver de cerca lo que ocurría. Ellas querían expulsar a todas las brasileñas de Braganza. Me sentí identificada porque muchas veces fui discriminada por ser brasileña y otras como yo que no trabajamos en la prostitución. Somos mujeres normales que madrugamos para trabajar y somos tachadas como mujeres fáciles, mujeres que destruyen matrimonios, hogares porque las brasileñas tienen este “target” en la cara y no es la realidad. No todas somos iguales. Escribí en solidaridad con las que están en esta vida y como alerta para otras mujeres que no caigan en esta vida fácil que de fácil no tiene nada solamente el nombre.
          EP ¿Qué relación tienes con el mundo de la prostitución? ¿Cómo has conocido a tantas mujeres que la ejercían?
          FSN En la época que viví en Europa conocí a dos amigas que trabajaron en la noche, en la actualidad ya no lo hacen. Me contaron sus vidas y empecé a investigar. Estuve un año investigando, visitando muchos clubes, incluso me hospedé en uno de estos clubes nocturnos, (en mi libro lo relato todo). Pagaba mi habitación, mi comida y comenté al dueño que estaba trabajando en un libro sobre las prostitutas brasileñas y que quería ver de cerca la vida de ellas. Las mayores declaraciones lo conseguí en este tiempo cuando estuve hospedada en Guimaraes, al norte de Portugal. Las chicas me contaban cómo funcionaban y además ellas me relataron las historias más bárbaras que cuento en el libro.
          EP ¿Cuántas de las mujeres que has conocido que ejercían la prostitución lograron vivir su sueño de ganar mucho dinero de forma rápida y volver a su país? ¿Qué porcentaje según tu experiencia?
          FSN Infelizmente, el conseguir la cantidad de dinero que les prometen, yo no conocí a ninguna. La gran mayoría de las mujeres que están en el libro volvieron a Brasil. Alguna consiguió comprar una casa pero la mayoría de ellas no juntó dinero porque a medida que entraba por un lado salía por otro.  Algunas que han vuelto definitivamente a Brasil no sé qué ha sido de ellas porque he perdido el contacto. Otras dos están casadas en España y están bien, tranquilas. Sinceramente conocí a pocas que consiguieron juntar dinero y volver a una vida estable. Pocas, infelizmente.
          EP ¿Crees que el motivo económico para dar una vida digna a sus hijos es el único o el principal motivo para dedicarse a este oficio?
          FSN Para la mayoría de ellas sí. Ellas llegan aquí y no consiguen trabajo, no tienen documentos y se quedan sin opción. Ellas tienen que comer, pagar la renta y sobrevivir de alguna manera. Entonces caen en la noche. Para muchas la prostitución es la única opción para sobrevivir. La mayoría de las mujeres que escribo en el libro son realmente por dificultades económicas o las otras que vinieron engañadas.
          EP De las mujeres que has conocido ¿crees que ellas además del motivo económico también les influyen el factor psicológico como experiencias negativas en la infancia, malos tratos, abusos, violaciones, etc…?
          FSN Ninguna de ellas, que he convivido, me contaron experiencias de este tipo. Están tocadas psicológicamente por la pobreza, por tener hijos pequeños, por tener la madre enferma, y que la miseria es total.
          EP En el libro comentas varios casos de mujeres que se vinculan afectivamente a hombres que terminan siendo sus chulos. ¿A qué crees que se debe eso?
          FSN Creo que es por carencia afectiva. Las mujeres de la noche se vuelven muy carentes de atención, de cariño, de afecto que ellas se apegan al primer cretino que aparece que le da un poco de cariño, atención y al principio ellos son super amorosos con ellas, pagan todas las copas, las invitan a salir, a cenar…Cuando ellas se dan cuenta ya están inmersas en una relación donde ellas creen que es amor pero creo que no lo es. En fin, creo que es la carencia afectiva que hace que se envuelvan con estos clientes que terminan siendo sus chulos.
          EP Muchos de ellos, según cuentas en el libro, son maltratadores físicos y psicológicos. ¿Por qué crees que ellas se envuelven con este tipo de hombres? ¿Qué buscan? (apoyo, cariño, aceptación, protección)
          FSN Quieren cariño, apoyo psicológico y emocional y acaban entrando en un barco naufragado. Lo que ellas quieren realmente es amor. Nunca encontraran. El amor en la noche no existe. El hombre por muy cariñoso que sea nunca le dará amor porque la mayoría de ellos están casados y los chulos solo quieren su dinero de una o más mujeres. Esa es la cruda realidad.
          EP Hay muchos motivos para meterse en este mundo tales como: La desintegración familiar, porque su novio se convierte en su chulo para que ella le mantenga, por tener más dinero para vivir de una forma más fácil, por coacción de otra persona, por drogas, por la manutención de sus hijos por separación de la pareja, por ser madre soltera… ¿En cuál perfil encaja la mayoría de las mujeres que has conocido?
          FSN Como te dije, la mayoría de ellas es por la profunda pobreza económica.
          EP Según he entendido en el libro cuenta muchos casos para advertir a las futuras chicas que quieran entrar en este mundo que no es nada fácil y que probablemente sufrirán todo tipo de humillaciones. Para los que no han leído el libro ¿cuál es,  en pocas frases, el mensaje que quieres dar?
          FSN En primer lugar que respeten a las prostitutas como seres humanos, como mujeres dignas de respeto y de atención y que no las juzguen por ser quienes son. Prostituta significa mujer que necesita estar en esta vida por necesidad y no porque quieren y no juzguen por su apariencia. Quien solo ve la apariencia no ve el corazón. Pero solo Dios sabe por qué todas ellas están en este mundo. Todas están deseando volver a sus vidas para estar en paz. Otro mensaje es para que las chicas nunca caigan en este “cepo”, trampa de vida. Que sepan que todo lo que llega de forma fácil, se va fácilmente. En la vida hay que luchar y cuando el resultado de este esfuerzo es alcanzado es mucho más gratificante. Cuando las cosas son demasiado fáciles, no tienen el mismo sabor. Las brasileñas también somos mujeres trabajadoras, honestas como otras. Y estoy aquí para protestar contra esta “target” que nos ponen a todas las brasileñas. Y las verdaderas putas son aquellas que persiguen a hombres casados y las prostitutas están allí para ganar su pan. En eso hay una diferencia muy grande. Quiero alertar con el libro para que no vengan a caer en este submundo que es un verdadero infierno.
          EP ¿crees que la prostitución debería ser legalizada? Según tu experiencia cual sería la solución?
          FSN En parte si se legalizara acabaría con el tráfico de mujeres y por otro lado creo que facilitaría más el trayecto de ellas. No lo sé. Soy más neutral en este tema. En parte es negativo y por otra positiva. No puedo responder concretamente a esta pregunta.
          EP ¿Crees que el mayor atractivo para esas mujeres es el dinero supuestamente rápido a pesar de saber que se van a prostituirse?
          FSN Sí. Es un dinero rápido y eso sí les atrae. En un principio es lo que más atrae aún sabiendo que van a prostituirse. Ellas piensan que es fácil. Cuando llegan aquí empiezan a ver la realidad y se dan cuenta de no es nada parecido a lo que pensaban. Que no es tan fácil como creían.
          EP Cuentas también que muchas mujeres después de un tiempo ejerciendo deciden en sus vidas privadas vincularse sentimentalmente a otras mujeres teniendo relaciones lésbicas. ¿A qué se debe?
          FSN Creo que en el fondo las que terminan vinculándose con mujeres ya tenían una cierta predisposición por el sexo femenino. Ellas se cansan de lidiar con hombres a diario y surge el sentimiento por otra mujer y terminan relacionándose con ella. Dejan de creer en el amor de un hombre y terminan con mujeres porque creen que con ellas pueden ser felices. No siempre ocurre eso. Unas vuelven con los hombres y otras asumen su orientación lésbica.
          EP Repites muchas veces que la prostitución no es dinero fácil sino rápido. ¿Crees que muchas mujeres se enganchan a esa forma de vida por la rapidez del dinero y que luego no son capaces de rehacer sus vidas por el mismo motivo?
          FSN Sí. Ellas entran en esta vida a través de la facilidad del dinero rápido. Al final acaba siendo un círculo vicioso. Muchas aunque salgan de esta vida acaban volviendo porque cuando se quedan sin trabajo ellas saben, ante un apuro, donde pueden conseguir dinero rápidamente.
          EP ¿Qué opinas sobre las brasileñas que se dedican a explotar a otras en sus clubes reclutando a chicas de su propio pueblo haciendo lo mismo como los demás reteniéndoles su pasaporte hasta que paguen su deuda?
          FSN Creo que esas mujeres tienen falta de escrúpulos y humanidad. Ellas no tienen carácter, personalidad y por supuesto no tienen amor en el corazón. Porque hacer eso con personas es un crimen y más aún hacerlo con chicas carentes de tu propio país, y a veces de tu ciudad y cometer muchas barbaridades con ellas. Me parece deshumano. Completamente deshumano.
          EP Muchas de ellas pasan la vida huyendo de la deportación por estar ilegales aquí y que pasan casi todo el tiempo con miedo a ser pilladas. Mencionas que a algunas de ellas son tan ambiciosas y que no les importa ser perseguidas. Da la sensación de que para estas mujeres la prostitución es un modo más de vivir y ganar dinero fácilmente, ¿es así?
          FSN Para estos tipos de mujeres es el modo de vida más correcto porque  no les importa sacrificar su cuerpo, de estar con desconocidos porque su ambición está por encima de todo. Ellas no tienen miedo a nada. Conocí mujeres que por dinero hace cualquier tipo de negocio. No les importan el riesgo ni el peligro que corren sus propias vidas. La ambición habla más alto que su sentido común.
          EP ¿Cuáles son los perfiles de los clientes habituales? Edad, condición social, estado civil, etc…
          FSN Existe varios tipos de hombres que frecuentan estos lugares. Pero el perfil del hombre más asiduo es el hombre de media edad, por encima de los 40 años, casado, discreto. Normalmente los que más frecuentan los locales de prostitución son hombres casados.
          EP ¿Cómo es el trato de la mayoría de ellos? y si está relacionado con su condición social, edad, estado civil, etc..
          FSN El tratamiento que el hombre da depende mucho de la clase social. Normalmente las tratan bien, con cariño, con respecto a no ser algún caso aislado. Los habituales las tratan con cariño como si estuviera enamorado y de hecho muchos se enamoran de ellas.
          EP Entonces, ¿los malos tratos que ellas reciben son de los jefes de los clubs e no de clientes??
          FSN La mayoría de los malos tratos que ellas reciben son de los encargados, jefes de los locales. No de los clientes. Ellos suelen respetarlas pero los jefes normalmente no. No todos los jefes tratan mal. Existen algunos que hasta son humanos, legales con ellas.
          EP ¿Qué les dirías a estas personas para que la vida de una prostituta no fuera tan difícil?
          FSN Les diría apenas que las traten con respeto, como seres humanos y por encima de todo como mujer. Que las traten dignamente. Es lo que ellas más necesitan.
          EP Por ultimo, hay opiniones que dicen que si no existiera la prostitución habría más violaciones, que muchos hombres necesitan liberarse de la tensión, agresividad a través de los servicios de una prostituta, etc…¿crees que las prostitutas hacen, de alguna manera, una labor social?
          FSN No, no creo. Yo creo que eso no justifica. Una persona que viola creo que está enfermo mentalmente porque una persona que viola a otra no creo que sea  normal. La prostitución no es el remedio que necesita la sociedad para evitar violaciones ni es útil tampoco. Sinceramente, en mi opinión, si no existiera la prostitución sería feliz porque creo que todas las personas deberían ser libres, poder elegir libremente amor, sexo y todo lo que a la persona le haga feliz y la prostitución no es un camino de libertad para nadie.
          EP Entonces por lo que entiendo tú estás más a favor de la abolición que la regulación, ¿es así?
          FSN Sí. Como dije antes sería mejor para todos que desapareciera la prostitución. Estoy a favor de la libertad.
          EP ¿Quieres añadir algo más, algo que se me haya escapado en esta entrevista y que es importante recordar?
          FSN No, Elisa. Creo que has abordado los temas principales que son tratados en el libro. La vida fácil, la doble vida, los chulos que las maltratan y por qué las mujeres brasileñas salen de Brasil y terminan en este mundo.

          EP Muchas gracias por tu aportación social con el libro vida fácil? Y que las jóvenes brasileñas y de otros lugares tomen consciencia de que esta vida de la prostituta no es nada fácil. En el libro se relata la cruda realidad de esas mujeres.